Oí algo sobre una rana, una rana muy pequeña pero también muy especial que sólo se puede encontrar en la selva, muy lejos de aquí. Pero que, si la encuentras y la tocas, tu mundo cambiará para siempre.
Si tocas su piel puedes sentir que tu cuerpo cambia y tu visión también. El azul se vuelve rojo y el rojo se vuelve azul, y tu mamá se convierte en tu papá y de repente todo es una magdalena gigante.
Si sigues riendo, riendo y riendo, nada volverá a ser lo mismo, y al acabar de reir, será tu momento de convertirte en rana. Es muy divertido ser una rana: puedes bucear en el agua, cruzar ríos y océanos, y puedes saltar todo el tiempo y en todas partes. ¿Quieres jugar conmigo?
Podríamos ser un grupo de amigos, un grupo de ranas, saltando en las calles, alrededor del planeta, subiendo los edificios, nadar en los lagos y en las bañeras. Seríamos cientos, miles, millones. El mayor grupo de amigos que el mundo haya visto. Saltando y riendo para siempre. Sería genial, ¿verdad?