23 junio 2009

ella es una chica pop
atrapada en papel fotográfico


se entretiene con mirar a través del cristal
y gritar, y tratar de olvidar que tiene una casa sin vistas

18 junio 2009

una mano sobre mi mano

cerraste los ojos y te hundiste en el más ínfimo de los sueños. por tu rostro estabas soñando algo muy bello o simplemente eres así de perfecto. tu cabeza apoyada en mi regazo y una mano sobre mi mano. tus cabellos algo revueltos, como de costumbre. tu piel tibia. así se veía tu exterior, una figura deseable, querible, amiga, semejante a un ángel. cualquier persona que te viera en tal estado de pulcritud y simpleza se interesaría en ti. verte ahí me hizo recordar todo lo que vivimos juntos, las andanzas, los desengaños, las peleas, absolutamente todo. las imágenes inundaron mi mente. tan presente en mi vida como imborrable en mi corazón. decidí entonces analizarte interiormente, poder descifrar qué se ocultaba detrás de ese rostro falso que tenemos todos, que nos impide mostrarnos tal cual somos. ahí te traté de encontrar. analicé cada aspecto de tu persona y llegue a una conclusión, eres una excepción. te muestras tal como eres, no tienes el común y absurdo miedo de esconder tu verdadera identidad. eso es lo que me incitó a seguir husmeando en tus adentros. otra vez forcé mis ojos para comprender lo que ven los tuyos. por más esfuerzo que hice, simplemente me choqué con tu realidad, solo contigo, como te conocí siempre. era tan bella nuestra imagen que hubiera deseado retratarla pero sin alejarme de tu lado. comprendí que no quería distanciarme ni de tu cuerpo ni de tu alma, que deseaba con todo lo que comprendía a mi persona estar contigo el resto de mi vida. quería que jamás se acabe esa sensación, ese roce de pieles, esos aromas, esa imagen, ese sonido de silencio que decía tanto. todos mis sentidos estaban trabajando menos uno. faltaba el gusto. quería tener un recuerdo que satisficiera todos mis sentidos y sin probar tus labios eso no ocurriría. me acerqué casi sin pensarlo, salteando el obstáculo de nuestra amistad, no me contuve. sentía tu respiración tan cerca que parecía junto a la mía una sola. cerré mis ojos y repose mis labios sobre los tuyos. era la eternidad, la lujuria, el momento perfecto. todos mis sentidos en funcionamiento, inmortalizando el mejor momento de mi vida. ahí te conocí, eras el amor de mi vida.

Camila Bardi

14 junio 2009

some might say

el otro día comentaba, sangría en mano, que esta realización personal por la que (quizá) estoy pasando, a mí no me está sirviendo para nada. no encuentro ni un sólo fruto en mi jardín. quiero decir, no hago las cosas para que los demás me las reconozcan, ni siquiera el hecho de que me las reconocieran creo que me consolaría, es más: no es lo que quiero. pero de la misma forma que lo estoy intentando yo, eh! hagámoslo todos, no?
no hay nadie que no pueda intentar hacerlo. todo lo demás son excusas. ex-cu-sas.
es como el sonreir.
¿para qué voy a sonreir yo en todo momento si no siempre tengo motivos (ni ganas)?
a quien tiene que serle útil una sonrisa es, principalmente, a uno mismo, y si hay alguien a quien le alivie mi sonrisa, seamos honestos y que alguien deje que yo me alivie también.

me dijeron que los frutos de estas cosas se recogen con el tiempo.
y yo a esto siempre respondo: ya, pero ¿cuándo?

11 junio 2009

here and there

Hoy, Sara, pon algo de música para que te haga compañía - especialmente si te sientes algo sola. La música para ti tiene un efecto muy fuerte de la misma manera que la conversación lo tiene para otros. Esto es porque provee una vía de comunicación con una parte más profunda de tu ser. Tu naturaleza sensible encontrará consuelo y esperanza a través de las armonías y ritmos como no lo encontrarás en otra cosa. Pon tus favoritos y escucha, canta junto a ellos, o hasta baila - ¡disfruta tu día al máximo!


a veces, necesito que me digan las cosas.
I'm not that strong.

08 junio 2009

tanta luz

tomar el control de la vida de uno mismo te ofrece momentos de crecimiento personal que yo particularmente no había experimentado hasta ahora. ni leo libros de filosofía, ni me he entregado a la meditación y tampoco he decorado mi casa siguiendo ningún feng shui. simplemente me he hecho consciente de que las cosas pasan y aunque lo sencillo sea entregarse a ellas y que dios reparta suerte, siempre es más constructivo y, a fin de cuentas, lo mejor, sopesar tus propias posibilidades y elegir el camino correcto. es como moderar los comentarios en el blog (alabada sea la posibilidad!). no me dedico a tachar lo que no quiero oir y a dejar que me regalen los oidos, simplemente es darse cuenta de qué es lo que merece la pena en la vida. 
el domingo pasado en el AVE tuve una revelación, y a parte de decidir cambiar algunos aspectos de mí misma que por nada del mundo quiero que estropeen ciertas cosas, me dí cuenta de que la filosofía barata no sirve para nada, que los proverbios y los refranes no son más que excusas que te dices a ti mismo (o que te dicen), para aliviar una situación, pero que en el fondo no solucionan nada y, a la larga, te dejan exactamente igual que estabas. que no, que ya no me convencen los placebos. 
y para muestra un botón: mi última crisis de ansiedad duró tan solo 15 minutos.
felicitadme, no?
y ahorrémonos la grandilocuencia de las moralejas.

03 junio 2009

Pekisch y el Chico Imaginario

mini obra perteneciente a Un Lugar Encendido (antes del incendio)

Chico Imaginario: Hola...
Pekisch: Hola..
Chico Imaginario: Me llamo Chico Imaginario.
Pekisch: Yo me llamo Pekisch. (Sonríe). Aunque sea una mujer.
Chico Imaginario: Me he estado fijando en usted...
Pekisch: Ah, ¿sí?
Chico Imaginario: Sí. En las cosas que le gustan.  (Pausa). Lo que oye. Lo que dice.
El Chico Imaginario enumera un puñado de cosas. Trascendentales ellas, como todo él.
Pekisch: Yo también me he estado fijando.
Chico Imaginario: ¿Sí? (Sorprendido y halagado)
Pekisch: Sí. Tiene usted unos labios realmente apetecibles.
Pekisch destruye el romanticismo. Opta más por lo pasional.
Chico Imaginario: Vaya! (Vuelve a sorprenderse. Gratamente). Esperaba otra respuesta...
Tras una pausa, el Chico Imaginario reanuda la conversación.
Chico Imaginario: Ahora me he fijado en sus ojos.
Pekisch: ¿Le gustan?
Chico Imaginario: Sí, son bonitos. Pero reflejan melancolía. (Enternecedor)
Pekisch: ¿Sabe usted que la melancolía es la alegría de estar triste?
Chico Imaginario: (Turbado) No, no lo sabía. (Pausa)
Pekisch: ¿Y sus labios?
Chico Imaginario: Oh, sí. (Turbado de nuevo) ¿Le gustaría probarlos?
No se puede con Pekisch.
Pekisch: ¡Vaya que sí me gustaría!
Pekisch se acerca y le besa. Pero de repente se retira. El Chico Imaginario está aturdido. Pero también emocionado.
Pekisch: Se me olvidó preguntarle una cosa..
Chico Imaginario: Diga...
Pekisch: ¿Qué tipo de beso he de darle?
Chico Imaginario: Con uno eterno será suficiente...
Pekisch y el Chico Imaginario se funden en un beso sin final.
La luz va decreciendo.
Cae el telón.