28 diciembre 2015

obsesiones musicales 2015

se detalla a continuación la guía musical de la autoestopista magnética 2015, repleta de obsesiones y sin ningún tipo de criterio ni recomendación.

The New Raemon - Oh, Rompehielos


No sabía si esperaba algo de ellos, pero El Yeti y Reina del Amazonas me dieron dos sopapos bien dados por darle cabida a algún tipo de duda, uno para cada uno de los biorritmos que rigen mi vida.
El concierto en la Joy Eslava el 13 de Marzo fue un auténtico espectáculo y consagro a Ramón Rodríguez una vez más como el letrista más certero y honesto del territorio nacional.


Other Lives - Rituals


A ellos sí les esperaba como agua de Mayo y, cuando escuché el disco, colmaron, y mucho, mis expectativas. No necesitaba un Tamer Animals porque a un disco para enmarcar no le hace falta una cara B ni una continuación. 
Aún más ansiaba verlos en vivo y a pesar de tener mis reticencias a un concierto en pleno verano -mi frikez los clasifica como grupo invernal-, el pasado 3 de Julio en la sala Moby Dick crearon, en su primera gira por España, la atmósfera perfecta en la que lanzar dardos certeros al alma (hasta Jesse Tabish me dijo después que se había emocionado viendo cómo me emocionaba yo).


Sufjan Stevens - Carrie & Lowell


Otro que tal baila. A los fanáticos (le adoras o le detestas, apenas hay término medio) del niño prodigio de Michigan nos temblaban las piernas esperando nuestra dosis. Después de The Age of Adz había serias dudas y temores sobre cómo continuar tras aquella maravilla. ¿Y con qué nos aparece? Pues con una verdadera OBRA MAESTRA. 44 minutos de encogimiento de corazón, letal y sanador a partes iguales. A Sufjan Stevens las medias tintas no le van en absoluto.
Todo el mundo sabía que por muy mal que saliera, incluso dando por hecho de antemano que la gira anterior fue inmejorable, su concierto iba a ser mejor de todo el 2015. Y así fue. Alabado sea el pasado 30 de Septiembre en el Circo Price.


Richard Ashcroft - 1 de Noviembre - BIME

Era una de mis últimas deudas pendientes de saldar. Ni disco nuevo ni atisbo de ello, pero tenía que verle. 
Tras la decepción de un escenario sin banda (ouch! sí.. puñaladilla), no quedaba otra que disfrutar de su voz y de las maravillas que ha compuesto a lo largo de su carrera, tanto en solitario como con The Verve.
A pesar de estar demasiado entregado a su público británico (ay Richard, eso te lo podías haber ahorrado), fue delicioso escuchar A song for the lovers, The drugs don't work o Bittersweet symphony. 
No tardes tanto en volver (con banda, if you don't mind).


Zahara - Santa


Nunca había sabido cómo encajar a Zahara. Sus principios ñoños (de los que me emborraché hace años, todo sea dicho) y sus amistades peligrosas con los estandartes del indie menos indie, me hicieron encasillarla en el cajetín equivocado y perderle la pista cuando lanzó su segundo disco, La pareja tóxica. Las redes sociales me hicieron descubrirla de nuevo como deportista, como implicada en la situación actual política y social, y algunas de sus entrevistas revelaron que ya no era la niña cursi que creí que era. Esta chica ha crecido excepcionalmente bien. Y mira por dónde que sacaba disco este año. El vídeo de Crash revelaba esa madurez, esa independencia, ese aquí estoy yo. Y Santa apareció arrollando para acabar convirtiendo a Zahara en mi artista femenina preferida del 2015. Y asistir a su concierto del pasado 19 de Diciembre en la Sala But me hizo darme de bruces con su disco anterior, inevitable e irremediablemente. 


Quizá anímicamente hubiera preferido la evolución inversa, pero qué le vamos a hacer.