31 diciembre 2013

fu*k you 2013

acaba el año y es momento de hacer balance. hay quienes eligen lo mejor en cuanto a música se refiere, otros se decantan por la literatura o, en fin, cultura en general.
en ese aspecto, mi año destaca por la recuperación de la lectura como hábito de vida saludable y la obsesión a ciertos discos y/o personajes.
teniendo en cuenta que, al echar la vista atrás, me doy cuenta de que tengo una memoria de pez, destacaría:
libros:
1. Cosas que los nietos deberían saber, de Mark Oliver Everett
2. Cuatro amigos, de David Trueba
3. Condenada, de Chuck Palahniuk
discos:
1. Amok, de Atoms For Peace
2. AM, de Arctic Monkeys
3. Discografía completa de Eels
personajes:
1. Debra Morgan
2. Nikola Tesla
3. Mark Oliver Everett
cine/series:
1. Dexter

en cuanto al resto, no haré leña del año caído y trataré de seleccionar lo destacable. a saber:
el arduo esfuerzo en el trabajo ha tenido sus recompensas en forma de más trabajo, pero en Oslo, Roma y Barcelona.
Oslo: realización del sueño de viajar a algún país nórdico. Munch Museet y Nasjonalmuseet en el año Munch, premio doble.
Roma: mitificación de una ciudad anteriormente rechazada. sucumbir. belleza. plenitud.
Barcelona: mi verdadero premio en este año. una semana inolvidable que repetiría sin ninguna duda, profesional y personalmente.



ingenua de mí. quizá él sabía lo que estaba pasando en mi casa
ingenua de mí. quizá él sabía lo que estaba pasando en mi casa.

20 diciembre 2013

it was the night

el otro día un compañero de trabajo me dijo que había sido una de las personas a las que más le había costado conocer, que soy una persona hermética. y es cierto, no permito a casi nadie entrar dentro de mi burbuja de fragilísimo cristal, pero cuando lo hago, y abro mi corazón en canal a alguien, todo lo que se puede ver a través de mí es verdad y sentimientos en carne viva.

criticaba a N. por no ser capaz de conseguir siquiera llegar a mi puerta, ella que seguramente tendría medios más que suficientes. medios que yo conscientemente rechazaba y hacían que me bloquease con respecto a ella.

sin embargo, mi bosque y corazón en llamas han dejado entrever la luz, y he dejado que pasase a tomarse algo conmigo.

nunca pensé que podría dejar de optar por una actitud racional hacia mí.
nunca pensé que en nuestra relación habría el más ínfimo sentimiento.
nunca pensé que podría llegar a desviar su mirada de la mía bajándola hacia la mesa mientras le hablaba.

aunque no es a mí a quien corresponde, diría que eso que reflejaba la expresión de su cara era lástima.
y siendo la situación triste a más no poder, quizá haya sido nuestro mejor café.