la recta final del año se me antoja ciertamente cuesta abajo. como asomarse a un precipicio oscuro del que no se atisba fondo alguno. nunca le he tenido especial aprecio a las fechas que se acercan; ni me gustan ni me disgustan. en realidad puede que diera algo porque tuvieran un significado certero de que hay qué celebrar.
ha sido un año complicado, repleto a más no poder de cambios; de los que se suceden a velocidades tales capaces de hacer a una revolvérsele el estómago. y más si ahora se recuerdan todos seguidos.
me da miedo solo pensarlo.
recordar viene del latín, re-cordis, y significa volver a pasar por el corazón.
y otra cosa no, pero sobre todo, duele.
igual este año lo que celebro es que se acaba.
3 comentarios:
No sé si es casualidad o que la resaca me ha levantado medio tonta... acabo de entrar en el blog de una chica y habla de una niña imantada.. ¿eres tú? ais estos domingos...
jajaja, también es verdad, aunque no me digas que no es cañero que alguien escriba en su blog de tí.. tespero por el mío más veces yo volveré
bienhallada!
cuánto tiempo sin leerte de nuevo, me alegro de que hayas redescubierto tu voz, aunque sea para anunciar que estás triste... todo pasa, niña imantada, y algo mejor siempre nos espera. te lo dice una que también celebra que por fin se acaba este año.
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