es imposible que me olvide del 124 rojo que tenía mi padre.
recuerdo cuando se compró uno nuevo; cada vez que iba a meterlo en el garaje venían a mi mente los ruidos característicos del seat anterior.
me empezaban a zumbar los oidos y me mareaba.
sigo con esos ruidos psicológicos dentro de mí.
y de vez en cuando, si estoy detenida, en la calle o donde sea, vuelven a mi mente. como un reflejo mental. es como si el lugar donde me encuentre va a una velocidad mayor que la que llevo yo.
me vuelve a dar vueltas la cabeza y me mareo.
siento como si mi cuerpo se tambaleara sin ni siquiera movérseme un pelo.
son unos instantes.
me encuentro bajando la rampa del garaje en la parte de atrás del 124.
es un teletransporte agudo. y me pasa bastante frecuentemente.
hoy he tenido un viaje astral de esos.
pero me llevaba a otro sitio.
de repente me he metido en mi "yo" de 11 años. cuando dejé durante 6 meses de ir al colegio (por una razón extraña que, aunque haya quien piense lo contrario, yo desconozco).
es como si estuviera en mi casa por la mañana mientras el resto del mundo estaba en el colegio o trabajando.
sintiéndome fuera de lugar y sin saber si escaparme de casa un día más, pasar de ir al psicólogo para no romper la rutina, atarme al radiador (como había quien proponía), o continuar dejando la vida pasar hasta estabilizarse.
si es que el equilibrio era (es) posible.
Solamente para que conste en acta, el parte meteorológico de hoy anuncia agitación creciente con posibilidad de colapso físico y emocional.
Misty Wilmot
4 comentarios:
Puro vicio, oiga. Puro vicio.
Unsaludopeludo!
De vez en cuando, yo aún oigo el viejo renault 8 de mi madre, cuando lo aparcaba debajo de la ventana de mi habitación.
Mi padre tenía un 124 blanco y era cojonudo. El ruido era inconfundible. Le identificabamos toda la familia a un kilómetro...
Aunque te parezca raro... yo pasé por una situación similar y jamás explicada de falta de asistencia al colegio (?)... muy bueno tu post.
Un saludo.
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