llevaba semanas con una apatía musical total y anoche, cuando llegué del cine de ver Moonrise Kingdom, me puse a zascandilear por Internet y fíjate tú qué suerte la mía que me dí de morros con el grupo de Ryan Gosling (oh oh oh!).
la sensación fue más o menos parecida a la que experimenté cuando descubrí a Edward Sharpe and the Magnetic Zeros, incluso me recuerda en algo a ellos (y a Patrick Wolf y quizás a Funeral de Arcade Fire), con la diferencia de que aquí el amigo Gosling está más bueno que el pan con chocolate.
hola, nuevo disco favorito.
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