el hombre de tu vida no puede estar subiendo las escaleras que tú estás bajando, ni yéndose de la ciudad cuando tú estás llegando, ni saliendo de un sitio al que tú estás entrando, ni riéndose cuando tú estás llorando, ni acostándose si tú estás despertando.
ni tampoco puede ir en un metro en el sentido contrario al que tú estás viajando.
si esto sucede, comprueba bien los carteles, que te has equivocado de andén.
te mentí, no era un ataque de nervios. la palabra era destino
4 comentarios:
Me gusta tu teoría Niña Imantada. Voy a hacerme ferviente creyente ahora mismo, y así entenderé muchas cosas sobre los caminos a contracorriente. Solo una cosa, ¿cómo sé que la q va al contrario soy yo y no él? :p
cuando te montes en el metro lo sabrás
Este tipo de teorias me da repeluco!
MENCANTA MENCANTA MENCANTAAA!!!!!
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