30 enero 2010

psyche

lo de querer de repente ponerme a cantar como una loca lo que voy escuchando en el iPod me pasa bastante a menudo. ayer mismo en el tren podría haberme levantado del asiento y empezar a gritar y a saltar esta canción. o podría haber esperado e ir por la Calle Mayor e imaginar que la música salía por unos altavoces gigantes colgando del cielo y que Michel Gondry estaba grabándome en un videoclip.
a veces tengo la sensación de que estoy drogada, se me va (pero) mucho la cabeza. subes subes subes subes subes subes subes subes subes subes. aunque sin llegar a ningún sitio. luego migraña y profundidad.
el neurólogo también me dirá que todo es normal. claro, sí. en este último año todo lo es. vamos, que lo anormal sería que fuera de otra manera. si hasta se me diluye el cerebro por la nariz.
tengo que hacer la lista de los médicos que me quedan por visitar, tatuarme ordo ab chao en los párpados y hacerme masón.
pero no me lo tengas en cuenta. soy el último primate, convertido en francotirador. y en realidad he escrito todas estas mierdas siendo consciente, cuando lo único que quiero es sentir algo así:

1 comentario:

Imaginari dijo...

bueno, a mi me gusta saborear el dulce sabor de lo insensato, y procuro hacerlo con asiduidad, para sentirme vivo.